
Marcelino Marcos Líndez, consejero de Medio Rural y Política Agraria, se define como “un tinetense que desde el año 2003 ha tenido distintas responsabilidad en política”. Tras nueve años como alcalde de Tineo, llega al Parlamento asturiano en la primera legislatura de Javier Fernández en 2012, tras las elecciones anticipadas que pusieron fin a la anterior de Francisco Álvarez Cascos. Asume, a lo largo de su carrera política, diferentes responsabilidades donde el nexo común es “la vinculación de todas ellas con el medio rural”. Añade, entonces, que “yo lo resumiría como un apasionado del medio rural. Creo conocer perfectamente las bondades y los problemas que tiene el medio rural, lo cual no quiere decir que tenga una varita mágica para solucionarlo porque muchas veces las voluntades no son directamente proporcionales ni a los medios ni, por supuesto, a la normativa existente, dependa de ti o no”, resume.
Afronta la presente legislatura como consejero de Medio Rural y Política Agraria, con un recorrido ya de dos años en un área del que dice que “lo más destacable es que no todo es previsible, siempre ocurre algo que no está dentro de las líneas estratégicas: enfermedades de animales o vegetales… Siempre hay algún aspecto que trastoca la gestión y, por supuesto, también los planes de los hombres y mujeres que viven en el medio rural, que son los primeros afectados”.
Considera que “siempre he tratado de ser claro, le guste o no a quien tenga de interlocutor. Eso es importante de cara a la toma de decisiones y soy consciente de que eso a veces provoca fricciones con tus interlocutores. Lo vivo en el día a día de la gestión, lo que no quita que pueda cometer errores y soy una persona que no he dudado en un momento determinado en reconocerlo. Es más, yo que creo que se equivoca quien toma decisiones. Y muchas veces tienes que tomar decisiones. Y si ves que determinadas líneas de actuación no funcionan, pues rectificas y dejas de aplicarlas y buscas en otra dirección. Yo creo que eso es lo fundamental en la gestión: tomar decisiones para solucionar problemas”.
- Termina el periodo 2014-2020 de la PAC, que afecta a dos fondos, los Leader y los FEMP. ¿Qué valoración puede hacer al respecto?
- A estas alturas, después de décadas de gestión de fondos europeos vinculados al medio rural en un sentido amplio, Asturias siempre se caracterizó por ser un ejemplo de gestión compartida entre los Grupos de Acción Local (GAL) y la Administración, tanto desde el punto de vista de la toma de decisiones como de la aplicación de las medidas que se han venido desarrollando. Eso hace que, si en algo nos hemos caracterizado, es por tener un alto porcentaje de ejecución en cada uno de los programas, y en éste va a ocurrir lo mismo. El medio rural asturiano no se entendería sin la labor desarrollada y los fondos destinados a desarrollo rural porque han permitido, en aplicación de las estrategias definidas en cada uno de los territorios, modelar cuál es el desarrollo económico que se consideraba indispensable. La clave de la aplicación de los fondos siempre fue tener una buena estrategia y, a partir de ahí, realizar una buena gestión de esos recursos. Y creo que, de la misma manera que ocurrió en los anteriores, ha sido un ejemplo de gestión compartida.
- En unas recientes declaraciones manifestaba su disconformidad con el planteamiento inicial que se hace desde la Comisión Europea para la nueva PAC post 2027.
- Sí, porque ya lo veía venir. Cuando llevamos ya ciertos años en esto tienes un determinado olfato para anticiparte o ver venir determinadas decisiones, con independencia de que esto luego tiene mucho recorrido, negociación… y los recursos son limitados. Desde el momento en el que se hablaba del gasto en defensa y todo esto que viene ocurriendo a lo largo de los últimos meses, ya veía venir que de algún lado tenía que salir. Y el propio presidente del Gobierno de España lo dejó claro de una manera inteligente, es verdad que acotándolo a los riesgos de tener menos recursos para el Estado del Bienestar, y cuando fue la inauguración de la Asamblea de la Red Española en junio yo lo comenté en mi intervención: no solo se pone en riesgo eso, sino recortar fondos destinados al medio rural en un sentido amplio. No ha pasado muchas semanas cuando aparece la propuesta de Von der Leyen que propone recortes grandes que van del 22% mínimo al 67% en fondos de pesca, pero no solamente en recorte de fondos, sino en la manera de definir la política más allá del 2028. Es decir, sí, mantener un Primer Pilar, pero desaparece el Segundo que hasta ahora estaba totalmente definido, acotado e independizado de cualquier otro fondo o multifondo. Y eso es tirar por la borda todos los recursos que puedan ser destinados a desarrollo rural. Hay que tener en cuenta que Asturias se caracteriza por ser de las regiones europeas que más destina porcentualmente al desarrollo rural, estamos por encima del 25%, la media española está entre el 8 y el 9% y el mínimo es el 5%. Somos un ejemplo que se puede ir al territorio y visitar iniciativas de todo tipo que han sido cofinanciadas con fondos de desarrollo rural y que probablemente sería impensable que estuvieran ahora en funcionamiento sin ese apoyo definido por parte de las administraciones públicas. Hablamos de despoblamiento, de soberanía alimentaria, porque hablamos de eso, que es fundamental. No se puede pensar en una soberanía alimentaria eliminando o reduciendo recursos del primer sector. Afortunadamente somos muchas comunidades autónomas y el propio Ministerio que estamos de acuerdo con esa oposición frontal a ese planteamiento. Vamos a ir viendo el recorrido que tiene y cómo se va a definir.

- Hablamos también de cohesión social y del trabajo de muchos años.
- Cuando hablamos de vertebración del territorio, de cohesión social, de buscar oportunidades en el medio rural, tiene que haber un compromiso paralelo por parte de las administraciones. Muchas veces hablamos de legislar de una manera razonable cuando hablamos de eliminar burocracia, que también; que a veces se nos acusa de legislar desde los despachos sin tener un conocimiento claro de la realidad, en este caso, del medio rural. Y en ocasiones lo que opinan los hombres y las mujeres que habitan el medio rural tienen razón: hay algunas exigencias o limitaciones normativas que llegan a rozar la ridiculez. La importancia que tienen los recursos para conseguir el reto contra el despoblamiento, avanzar hacia la línea que viene defendiendo Europa con la producción de alimentos saludables, de calidad… todas estas cosas requieren apoyo de las administraciones y lo que no se puede es dar prioridad a otros sectores económicos teniendo en cuenta que estamos viendo que son intereses de algunos países, como EE.UU. Europa tiene que tener la suficiente fortaleza e inteligencia para saber qué es lo que realmente necesita y a qué tiene que destinar los recursos estableciendo una serie de prioridades. Y el medio rural tiene que ser un champion en este asunto.
- Se pone siempre como ejemplo el Leader asturiano a escala nacional y europea. ¿Dónde está la clave del éxito del programa en Asturias?
- En primer lugar en la generosidad de todas las partes: administración, hombres y mujeres que integran los GAL (entidades locales, toda la representatividad del tejido asociativo… de la sociedad que vive en el mundo rural). Cuando digo generosidad no es tratar de imponer las posiciones de unos sobre otros. En segundo lugar la experiencia: estamos hablando de años de gestión con hombres y mujeres que están trabajando en los GAL y que esa experiencia influye mucho en la gestión. Y no solo la experiencia, si no la percepción que tiene la ciudadanía de que a esas personas les gusta lo que hacen, que sienten la importancia de esa labor. Y eso es importante porque hay un papel fundamental, que es el acompañamiento y asesoramiento de aquellos hombres y mujeres que tienen una iniciativa y quieren implantar en el medio rural. Y sin ese acompañamiento probablemente tendrían problemas a la hora de llevarla a cabo, y hay que asesorarlas en aquellos asuntos que o no son adecuados o proyectos que pueden ser orientados en una dirección determinada. Yo creo que la clave es ésa, fundamentalmente. Siempre hubo una apuesta política clara por los fondos Leader en Asturias, y creo que eso, junto con la labor desarrollada por todas las personas que forman parte de los once grupos, ha hecho que el ejemplo lo tenemos ahí. Cualquier visita o auditoría que viene de la UE marchan perplejos de la buena gestión que se ha hecho y, sobre todo, de las distintas iniciativas que se han desarrollado en el territorio asturiano.
- Usted formó parte, como alcalde de Tineo, de la Junta Directiva del CEDER Valle del Ese Entrecabos, lo que le procura un conocimiento a fondo.
- Sí, claro. Es un tópico decir que es importante pasar por la administración local por la cercanía. Algunas costumbres que tenía cuando era presidente del Parlamento las mantengo, como eventos más pequeños, donde hablas con la gente. Eso o te gusta o no te gusta; o lo haces o no lo haces. Y eso te da una visión ruralista, que es la que yo siempre defendí, de qué es lo que realmente interesa y necesita el medio rural asturiano. Evidentemente cuando tuviste nueve años de responsabilidad máxima en un ayuntamiento como el de Tineo, ganadero, conoces, tienes una visión y opinión. A mí no hace falta que me lo cuenten porque tengo mi propia opinión, unas veces es compartida, otras no, pero la tengo.
- Y en cuanto a ese trabajo que desarrollan los Grupos de Desarrollo Rural (GDR), ¿qué posibilidades tienen de ampliar sus competencias?
- Yo creo que cuando tienes un grupo de personas que ha demostrado el éxito en la gestión, como en este caso de los fondos de desarrollo rural, sería una pena desaprovecharlo o no tenerlo en cuenta para otras gestiones que puedan favorecer al medio rural, aunque sean responsabilidad de la propia administración autonómica. Yo creo que esa colaboración tiene que seguir avanzando, con un equilibrio evidentemente entre los recursos humanos de los que dispongan los grupos y esas encomiendas de gestión, pero soy un gran defensor de aprovechar la gestión de quien lo hace bien.
- Como es sabido, Reader celebra su 25 aniversario. ¿Qué ha supuesto, desde la perspectiva de la Consejería, el trabajo realizado tanto por la Red como por sus once GDR?
- Evidentemente a lo largo de los 25 años, a parte de haber pasado muchas personas en distintas responsabilidades que han dejado huella y han seguido la estela las personas que ahora tienen responsabilidades, hay que tener en cuenta que es la propia Red la que tiene que velar por esa coordinación entre los distintos grupos. Es autonomía sí, pero tiene que haber cierta coordinación, es decir, autonomía en materia de estrategias y coherencia a la hora de llevar adelante determinados modelos de gestión de los once grupos. Y ésa es la labor fundamental de la propia Red, de la misma manera que todo lo que tiene que ver con la cooperación con otros grupos, con otros territorios, la búsqueda de nuevas iniciativas que puedan ser importables y exportables, porque aquí nos hemos caracterizado por ser innovadores. Lo fuimos con el ticket rural, lo seremos ahora con el ticket del asalariado, pero tenemos que ser capaces también de ser esponjas y ver cuándo una iniciativa es positiva y estar en condiciones de poder aplicarla. Se puede tener éxito o no, y si no funciona se deja de aplicar. Yo creo que ésa es la labor que se tiene que hacer y creo que todo eso tiene que ser desde la propia Red, y así se ha demostrado a lo largo de estos 25 años: hacer de pegamento en la gestión de los once grupos.
- Uno de los aspectos más destacados en todos los foros es la sintonía que prácticamente todos los Gobiernos del Principado en estos años ha depositado en Reader.
- Claro, ten en cuenta que si destinas el 25% de los fondos del PE PAC, es una decisión política. Podría ser el 10 ó el 15% y el resto destinarlo a cualquier otra cosa. Y ha coincidido mayoritariamente con gobiernos socialistas. Pero nada es eterno, no pensemos que las cosas no se revierten. Siempre hay riesgos de que vengan otros gobiernos que establezcan otro tipo de prioridades y tiren por la borda todo lo que tiene que ver con el trabajo desarrollado por el medio rural y el desarrollo rural. Cuando hablamos de una comunidad autónoma de un millón de habitantes con once hospitales comarcales no es por generación espontánea, es una apuesta política firme. Pues con el desarrollo rural ocurre lo mismo: hay una apuesta política firme, definida y que se ha mantenido con independencia de las personas que hemos tenido responsabilidades en el área del desarrollo rural.

- ¿Cuál es el valor añadido que aportan estos fondos europeos, como el Leader o el FEMP (a partir de ahora FEMPA) al medio rural?
- Creo que la ciudadanía no valora lo suficiente el papel que se desarrolla por parte de los grupos y de los recursos que se destinan al desarrollo rural. Tengo esa sensación. Cuando alguien en el medio rural abre un negocio, lo hacen apostando sus recursos, arriesgando, pero la mayoría de las veces con un apoyo importante de fondos de desarrollo rural, gestionados por los GAL. Cuando hablamos que la gente quiere vivir en el medio rural, necesita rentabilidad económica, un puesto de trabajo, rentabilidad social: tener servicios públicos, de calidad, y servicios no públicos, como una panadería, el podólogo… Todas estas cosas se han implantado con un proyecto empresarial cofinanciado con fondos de desarrollo rural. La corresponsabilidad y la importancia que ha tenido a la hora de mejorar en la medida de lo posible los servicios que se ofrecen (digo servicios en general) en el medio rural, el papel fundamental de estos 25 años que han tenido los fondos Leader y la gestión por parte de los GAL es fundamental. Ojalá me equivocara y realmente hubiera esa conciencia social de la importancia que tiene.
- Desde su punto de vista, después de haber pasado por distintos cargos políticos y disponer de diferentes perspectivas, ¿qué necesita el medio rural asturiano?
- Tratamos de dar respuesta a todos aquellos problemas que van surgiendo. ¿Qué es lo que se hace mal? Debido a la burocracia, nos eternizamos, y la sensación que tiene muchas veces el ciudadano es que somos lentísimos. Y tiene razón, por normativa… Se hacen muchas cosas, y se tienen iniciativas, pero creo que no nos damos cuenta de que el ser transparentes y rigurosos a veces es incompatible con el fin último de hacer las cosas. Alargamos demasiado los procesos, como con las concentraciones parcelarias: desde que se toma la decisión hasta que se entrega la última escritura, igual pasan diez u once años. Hablamos de que los procedimientos sean garantistas, pero un poco más rápidos. El problema no es que no demos respuesta, es que somos demasiado burocráticos. La burocracia no solo es para el ciudadano, también la tenemos nosotros y alguien podría decir “cambiadlo”, sí, bueno, pero es normativa europea, nacional, otra es nuestra… en ocasiones es eso, y luego tener más perres con recursos, con perres canta san Pedro. Con recursos puedes hacer más cosas, dar respuesta a determinadas problemáticas en el medio rural, pero si luego te viene Europa con un recorte… Al final de algún lado tiene que salir y los recursos no se reproducen por generación espontánea, se establecen por prioridades.
- El reto demográfico es algo que atraviesa todas las políticas en el contexto actual. Pero a veces existe la sensación de que unas están muy alejadas de otras y de las propias necesidades y demandas de las personas que habitan estos territorios.
- La vivienda es una prioridad absoluta. Yo creo que en Asturias en esta legislatura estamos realizando un esfuerzo grande y hay una apuesta firme, trabajando en consonancia con el Gobierno central en materia de vivienda. Y curiosamente hay determinadas zonas muy despobladas o rurales que tienen también problemas de vivienda para nuevos pobladores. Al final al propietario no le puedes obligar a que venda o alquile, y eso influye desde el médico que le toca en el centro de salud… El reto demográfico ha pasado a primera línea del debate afortunadamente, aunque es un problema de hace décadas y no solamente de Asturias, sino europeo. Tiene mucha relación también con el debate de la inmigración, que tenemos algunos partidos políticos que dan la sensación de que es un problema, y realmente no lo entienden como una solución a determinados problemas que tenemos en general en nuestro país. Hay sectores económicos que tienen problemas de empleabilidad para encontrar mano de obra formada, y de alguna manera se tiene que solucionar. Esa demagogia… De una manera ordenada, formando a las personas en lo que se necesita, es dar una respuesta a las necesidades que tienen los distintos sectores económicos. Y Asturias, desde el punto de vista político, ha dado pasos importantes: la aprobación de la Ley de Impulso Demográfico es un ejemplo claro de por dónde se tiene que avanzar. Lo que pasa que los resultados son en el largo plazo, no podemos pretender que broten de la noche a la mañana. La balanza que tiene Asturias en cuanto a si se van más que los que retornan vemos que es positiva, que estamos ganando habitantes, jóvenes que en su momento buscaron la vida fuera. Hay una apuesta política clara tanto por el retorno como por la lucha contra el despoblamiento. Y eso se hace desde la política, mejorando los servicios públicos, las comunicaciones, no solo con la creación de empleo, que los datos de empleabilidad de Asturias son espectaculares, y utilizo ese adjetivo porque es verdad: desde 2019 estamos en unos índices de paro más bajos, y eso pone de manifiesto que estamos dando con la tecla, a pesar de las crisis que hemos tenido porque ha habido un cambio de ciclo, pero se ha ido avanzando y abriendo nuevos nichos de empleo que tienen que ver con la innovación, el desarrollo de nuevas tecnologías. Eso se percibe y se nota a la hora de ver los datos que tenemos, eso se hace por una apuesta política y por hacer atractivo Asturias a nuevos mercados, nuevas empresas, y eso mismo lo tenemos que seguir realizando en el medio rural.
- Hablando de esta burocracia en exceso que afecta a todo el mundo, ¿qué se podría hacer o cómo se está trabajando para facilitar los procedimientos?
- Se dieron pasos como la declaración responsable, que acelera muchísimo los procedimientos. Es verdad que en ocasiones, cuando no están claros los procedimientos de la propia CE, alguien los interpreta y normalmente quien lo interpreta no lo hace para que sea mucho más sencillo, sino para que sea más difícil. Y no las hacemos los políticos. Hay que tener en cuenta que los procedimientos administrativos están avalados y tienen que estar ratificados por empleados públicos. No podemos olvidar que si no vienen clarificados desde la propia Comisión, eso lo complica e implica también que la interpretación que se hace no es la misma en todas las comunidades autónomas. Eso muchas veces la gente no lo entiende, piensa que el responsable político tiene la capacidad de decisión para marcar todos los hitos que tienes que cumplir en determinada convocatoria. Y eso no es cierto, depende de las personas y depende del profesional. Hay que tratar de simplificar los procedimientos pero sin que todo valga. Por ejemplo la Ley de Contratos del Estado, si hablamos con cualquier responsable político en Asturias, sea del partido que sea, defendería que hay darle una vuelta. Se te estropea un tractor en un ayuntamiento y tienes que pedir tres presupuestos. No puedes obviar el fin último que tiene un responsable en gestión, que es solucionar un problema. Las administraciones somos corresponsables, cada una en su ámbito. Algunas tratamos de luchar frente a esto y el Gobierno de Asturias está avanzando mucho en la simplificación, pero tienes una dependencia de determinada normativa de índole nacional y europea. Para solucionar los problemas no tenemos que compartir las mismas ideas, sino compartir que tenemos el mismo problema.

- Otro tema encima de la mesa es el del relevo generacional: aquellos emprendedores se acercan a la edad de jubilación. ¿Qué se puede hacer al respecto para afrontar este asunto?
- Es uno de los grandes retos en general, como las subvenciones de explotaciones a través del Banco de Tierras, algo novedoso; el programa ‘Incorpórate al agro’… No se trata solo de inyectar recursos, pero partimos de una situación que somos corresponsables todos desde hace muchos años. Ahora mismo afortunadamente ha cambiado la opinión que se traslada sobre las bondades que tiene el medio rural y trabajar en él, pero hace veinte o treinta años vivías en el pueblo y te decían ah, nin, tú vete y estudia y dedícate a otra cosa… Es decir, desprestigiábamos la labor que se desarrollaba en el medio rural desde dentro de casa. No decías fórmate y vuelve formado. Ahora cambiar eso es muy difícil. Desde las administraciones todo lo que tenga que ver con relevo generacional, alfombra; y facilitar todo lo que tenga que ver con formación. Es verdad que luego da gusto cuando acudes a iniciativas de todo tipo vinculadas al medio rural donde ves el relevo generacional y cómo se ha modernizado con esa impronta de personas jóvenes que se formaron y volvieron para llevar adelante el proyecto familiar implantando innovación. Pero también somos corresponsables de la imagen negativa que trasladamos del medio rural. Estamos hablando de sectores económicos que tienen problemas, pero no siempre están en momentos tan difíciles. Ahora mismo, desde el punto de vista de los precios, estamos viviendo un momento bueno, aunque es verdad que luego te viene un año de sequía… pero seamos capaces de moderar los discursos porque si no quién se va a incorporar o quién va a seguir si trasladamos un mensaje tan pesimista. Y trasladar un mensaje optimista no es darle la razón a un consejero. En el medio rural hay una oportunidad de vivir y trabajar muy razonable, con una calidad de vida envidiable. En los últimos años basta ver desde el punto de vista turístico o de nuevos pobladores que vienen con segunda residencia y luego ya con vistas a quedarse aquí ha crecido muchísimo. Por algo es, porque reunimos unos requisitos que realmente hacen atractiva a Asturias y al medio rural, y eso lo que tenemos que ser capaces de trasladar a los jóvenes a través de un apoyo institucional y de un apoyo económico, pero el mensaje optimista tiene que ser compartido a nivel social en general, porque si no hay un desequilibrio y eso no genera expectativas para los más jóvenes. La ilusión se genera si es compartido el mensaje optimista: se trata de ver el vaso medio lleno, no medio vacío.
- Eso puede ser un arma de doble filo: personas que se establecen solo en periodos vacacionales o segunda residencia, o que se instalan cuando se jubilan, que son no productivos digamos, y mientras están las casas cerradas.
- Hoy en día con los jóvenes el mensaje de trabajar 365 días al año, olvídate. La gente quiere que su negocio tenga márgenes suficientes para vivir, pero quiere calidad de vida, y eso es descansar el fin de semana, rentabilidad social. Una explotación ganadera… pues depende de cómo tengas el modelo de gestión. Hoy en día los jóvenes quieren eso y hay un problema de empleabilidad, de mano de obra para determinadas actividades vinculadas al medio rural, como cooperativas para sustituciones. Y está la percepción de que hay determinados trabajos en el medio rural que son como hace veinte o treinta años, y afortunadamente en muchas explotaciones ha cambiado. La gente joven quiere una actividad que le permita sus vacaciones, su conciliación… busca unos servicios públicos en el medio rural como las escuelinas gratuitas y la política desarrollada en el medio rural contribuye también a que las personas lo valoren. Todo eso contribuye a que la gente esté más a gusto en un sitio, si luego tiene un puesto de trabajo razonable y que le permita descansar, como en la pesca. Eso es algo en lo que se ha avanzado y yo por eso defiendo al director general de Pesca: Europa tiene que darse cuenta de que las ayudas tienen que ir como las que se aplican ahora, destinadas a la modernización del sector, que implica nuevas embarcaciones por un tema de seguridad y de calidad en el trabajo. No implica que un mejor barco aumente las posibilidades de pesca, que no, es la misma cuota, pero sí apóyame para que mejore y que los jóvenes valoren unas mejores condiciones. Hay normativas en Europa que hasta ahora dicen que no. La gente joven no quiere vivir como en el siglo XX, quiere adaptarse a la nueva realidad, explotaciones modernas, que funcionen con aplicaciones… Hoy por hoy son exigencias que evidentemente plantean los jóvenes.
- Comentaba antes del Banco de Tierras, con el que Reader tiene un convenio, para facilitar el acceso a la tierra. ¿Qué medidas se están planteando desde Consejería?
- En estos dos últimos años hemos tratado de avanzar en todo lo que tiene que ver con el Banco de Tierras. Estamos hablando de un organismo que lleva muchos años, con un modelo claro, que jugó un papel fundamental en todo lo que eran las jubilaciones anticipadas, pero podía avanzar más en la gestión. Antes comentábamos si son aprovechables los Grupos de Acción Local para otro tipo de gestión relacionada con la Administración, y con el Banco de Tierras ocurre lo mismo: hemos avanzado en esa convocatoria de sucesión de explotaciones de manera que se trata de apoyar al que tiene unas instalaciones y se jubila con una serie de recursos. Una de las características positivas que tienen los grupos es que conocen muy bien el territorio que les toca gestionar y a las personas que están en ese territorio; lo conocen muy bien porque la gente se acerca allí con total normalidad. Esa colaboración entre el Banco de Tierras y los grupos a través de la Red ha sido un paso importante para avanzar en un objetivo claro, que es tratar de aprovechar lo máximo posible los recursos que tiene Asturias en el medio rural. Hay determinadas zonas donde luchas contra esa influencia del turismo, pero el sector te pide concentraciones parcelarias o bien terreno a disposición para plantar. Tenemos que poner todos los mecanismos y ser facilitadores. Y eso entre el Banco de Tierras y la colaboración de los propios grupos se puede al menos intentar avanzar. Hay que probar cosas nuevas y ver si funcionan.
- Para cerrar esta entrevista, ¿qué mensaje positivo, que no bucólico, puede ofrecer?
- Si no fuera optimista no estaría en esto. Está en nuestras manos, no solo de las administraciones, si no de la gente que cree en el medio rural. Y éste sigue jugando el papel tan importante que creemos los que lo defendemos que juega desde el punto de vista económico. Tenemos que creérnoslo, tenemos que ser optimistas, realistas, rigurosos. Tratar de evitar esa impostura de confrontación continua y que se utilice con determinada frecuencia los aspectos negativos cuando no son reales porque yo creo que al final el medio rural es mucho más que lo que muchos piensan de él. Hablamos no solo de agricultura y ganadería, son muchas iniciativas que desde la más pequeña a la más grande hacen que el medio rural sea atractivo; y lo tenemos que defender. Por eso a mí me gustaría que se reconociera y se valorara la importancia que han tenido los fondos Leader y la gestión de los Grupos de Desarrollo Rural durante todos estos años. Porque mucho de lo bueno que tenemos en el medio rural es gracias a ellos, de las iniciativas que se plantearon y del apoyo que recibieron de estos grupos, porque si no muchos servicios públicos y privados no estarían en el medio rural.
Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural


